Dre@mers


Pasad y leed!


Una mañana me levanté impresionada por el sueño que había tenido durante la noche. Era un sueño bonito, dulce, lleno de emoción, y no lo quise olvidar. Entonces pensé que una buena manera de no hacerlo sería si lo plasmaba en un papel, y así lo hice.


Poco a poco el sueño se fue haciendo más grande y tomando vida propia, y de él nacieron personajes de ensueño que me hicieron reír, llorar y volver a soñar. Me atraparon en su historia, en sus vidas y en sus sueños y, sin apenas darme cuenta, el sueño de una noche se convirtió en un sueño para leer.


Me gustó tanto la experiencia que quise compartirla con más lector@s de sueños, y uniéndome a otras soñadoras creamos este lugar mágico en el que podréis encontrar nuevas historias, las nuestras, y también las de otros soñadores.


Con gusto os invitamos a entrar para haceros partícipes y tratar de haceros soñar con nosotras y que compartáis aquí también vuestros sueños.


Bienvenidos dre@mers...

martes, 18 de noviembre de 2014

Rebeldes (The Outsiders)

¡Hola soñadores! Hoy me gustaría hablaros de la primera vez que conocí el  placer de estar “enganchada” a un libro, y seguro que a más de uno y de una os pasó algo similar. Se trata de “Rebeldes”, escrito por Susan E. Hinton cuando tan sólo era una joven adolescente  en plena década de los sesenta. Yo apenas tenía doce o trece años cuando lo leí por primera vez y no pude parar desde el principio hasta la palabra fin, después vinieron como un millón de veces más. Gracias a estas páginas descubrí lo maravilloso que puede ser soñar y dejarse llevar por los sueños impresos. Y gracias a F. F. Coppola vi los rostros de todos aquellos personajes que no desaparecieron nunca más de mi cabeza.

La historia comienza cuando Sodapop, un huérfano adolescente en un barrio marginal decide escribir sus vivencias para poder superar los acontecimientos que le acaban de suceder, y narra en primera persona como él, brillante en los estudios a pesar de su precaria situación, tiene que acabar escondido junto con su amigo Johnny tras una pelea con chicos de otra banda rival. En lo que dura su huida, los dos jóvenes aprenden a conocerse y a valorar los pequeños detalles de la vida, como puede ser un amanecer, y acabarán pasando de ser villanos a héroes en un abrir y cerrar de ojos.

De esta novela se pueden sacar varias enseñanzas, pero sin duda la que más se me clavó en aquel momento fue que todos nuestros actos tienen consecuencias para bien o para mal, y que son precisamente esos actos los que nos definen como seres humanos, y los que nos hacen iguales o distintos. Ni las diferencias entre clases sociales, ni el color de nuestra piel, ni nuestra religión…

Realmente os recomiendo este libro tanto a los que aún no habéis tenido la ocasión de leerlo, como a los que ya lo conocéis, siempre viene bien recuperar un poco de lo que dejamos atrás. Y también me gustaría que todos los que leáis esto nos contaseis cuál fue vuestro primer libro, el primero que os hizo soñar.

Como ya os habréis dado cuenta, solemos relacionar nuestras recomendaciones con alguna canción, bien porque sea parte del libro o porque dicha canción nos evoque la historia de alguna manera. En esta ocasión os podría dejar la canción principal de la banda sonora original de la película de Coppola, “Stay Gold” de Steve Wonder, pero siempre que recuerdo a Sodapop y a Johnny y al resto de los Greasers, la que me viene a la mente es la que os dejo al final de estas letras. Espero que os guste.

Sinopsis

Las peleas callejeras entre bandas rivales desencadenan tal violencia, que muchas terminan de forma trágica. Los conflictos familiares, la marginación, la ausencia de futuro... llevan a algunos jóvenes a buscar en la calle y en el grupo lo que no encuentran en casa. Pero siempre queda un destello de esperanza.
















 “…Cuando eres un niño todo es nuevo, como el amanecer. Sólo cuando te acostumbras a las cosas se hace de día. Como lo mucho que te gustan los amaneceres, Pony. Eso es dorado. Sigue siendo así, es una buena manera de ser... ”
“Rebeldes”, Susan E. Hinton.


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