Mi vida en tus manos

De esta historia me llevo un gran dicho que aplico a mi vida diaria “Carpe diem”, pero creedme si os digo que es difícil de entender para Mara, la protagonista de esta novela. Ahora veréis unas pinceladas del por qué, por supuesto que si queréis saber detalles no dejéis de leerla.

Mara y Sam se conocen de casualidad. Ella está inmersa únicamente en su vida y sus proyectos dentro de la empresa familiar, vive para ello.  Él,  inspector de policía que lleva el caso del robo en su domicilio le ofrecerá protección para poder llegar hasta el final del caso, pero quiere hacerlo a su manera; para conseguirlo tendrá que pasar por unos cuántos imprevistos que cambiarán el ritmo de los acontecimientos.

[…]  y ni se te ocurra volver a llamarme princesita si no quieres una buena patada en los huevos  […]

Sí,  tras esas palabras podemos intuir que nuestro policía Sam, etiqueta a su nuevo “caso” como típico. Mujer, empresa familiar, multimillonaria, hija de papá… con el paso del tiempo, es posible que cambie su propio criterio, incluso que su plan inicial para su protección se le vaya de las manos.

Ordenada, calculadora, meticulosa, desconfiada y enemiga del amor como es ella, no le gusta que le organicen ni desorganicen lo que tiene programado para el día de la celebración de su treinta aniversario. Tras un año planeándolo es posible que alguna parte del plan no encaje, y no se lo perdonará nunca. Menos con ese policía que no se despega de ella para poder colgarse una medalla.

 Cabezota, orgulloso, protector y confiado como es  Sam, se cree que el futuro de Mara depende de él, y sólo él podrá llegar hasta el final del caso. Ella, su “caja llena de sorpresas” particular o su “princesita”, poco a poco lo va quitando de sus casillas, pero tendrá que asumir los retos para conseguir el objetivo. Trazará un nuevo  plan sobre la marcha, del que, posiblemente no salga tan mal parado; o eso es lo que cree él.

[…] Sólo con mirarte provocas un cataclismo […]

El mundo en que vive Mara es lujo por todos los costados, pero es una vida que se la ha currado, no le ha venido simplemente por ser hija de papá. La verdad es que puedo decir que no la envidio, y no es porque yo personalmente disponga para mi uso un jet privado, pero meterte de lleno en la historia de estos protagonistas realmente te hace ver que lo importante no es lo que puedas hacer con tu vida, si no, realmente, es lo que haces con ella. En un presente, siempre aprovechando el  momento en el ocurren los acontecimientos, sin planear y sin adelantar situaciones, que vendrán solas con el paso del tiempo.  Me ha encantado el cambio de papeles de cada uno de los protagonistas, un juego de titanes continuo, siendo ellos mismos los que caen en sus propias redes. Los escenarios se mueven entre Madrid, Londres, hoteles de lujo, avión privado  y mansiones  inalcanzables; pero al final un simple deseo por parte de uno de los protagonistas se hace realidad, y a ese, creedme que podemos acceder cualquiera de nosotros.

 Encontraréis seguridad, protección, orgullo, deseo, pasión, desconfianza, verdades del pasado que duelen, recuerdos, intriga, acción, una mezcla realmente explosiva para una gran novela que se me ha hecho corta pero intensa. Mar de nuevo me ha sorprendido con el final de esta historia, como algo tan simple, y que todos hemos vivido en alguna ocasión, puede ser el principio de un todo.

Para finalizar esta reseña, os dejo con la base de la historia. No he añadido ninguna frase de mi cosecha porque las que leeréis a continuación resumen una filosofía de vida admirable.

[…] La vida son momentos, preciosa, y entre uno y otro va pasando. Hay que vivirlos […]

[…] la vida no consiste única y exclusivamente en trabajar y salir de vez en cuando para desestresarse , consiste en vivirla con todas las consecuencias, vivir los momentos en lugar de coleccionarlos[…]

Aparecen varias canciones a lo largo de la historia de esta novela, pero de todas me quedaré con

Stereophonics - Maybe Tomorrow

Resumiendo el principio de un todo.

Carpe Diem.


Sinopsis

Mara está a punto de celebrar a lo grande su treinta cumpleaños con todos sus amigos. Es una de las pocas veces al año que disfruta del tiempo libre, ya que su trabajo como desarrolladora de proyectos de armamento militar para diversos gobiernos le absorbe la mayor parte de su vida. Justo la víspera de tan ansiado día, un robo en su casa y una agresión a su guardaespaldas hacen tambalear todos los planes.


Samuel, el inspector de policía encargado del caso, aparece para terminar de desbaratar su ordenada existencia. Según su intuición, que nunca le ha fallado, Mara corre un peligro inminente y, aun en contra de la voluntad de la mujer, no la dejará sola hasta que el caso se resuelva.